En
general sabemos que las relaciones interpersonales son complicadas y fuentes
seguras de conflicto, y en el caso de los socios también es así, y quizás
podrían llegar a situaciones críticas y muy conflictivas.

Tengamos
presente que elegir un socio es como elegir una “pareja matrimonial”, por todo
lo que significará en la vida del negocio que vas a emprender, por ello debemos
procurar elegir al mejor socio, aquel que nos acompañará en las buenas y en las
malas, aquel que será fiel a la causa, aquel que realmente sirva de soporte en
el manejo de la empresa.
La
decisión de un socio determinado puede marcar el éxito o fracaso de nuestra
aventura empresarial. Tengamos claro el perfil o las características del socio
ideal, valoremos las opciones y analicemos los riesgos; y después, emprendamos
la aventura con coberturas, tomando precauciones.
Existen
un conjunto de aspectos que debes tomar en cuenta para elegir a un buen
compañero en la aventura empresarial, y que ahora comparto contigo.
¿Cuáles
son las características del socio ideal?
1. ¿Qué
tipo de socio necesito?
Es
importante tener claro que una cosa es tener socios y otra cosa es tener los
socios adecuados, aquellos que realmente aportan un valor significativo para el
negocio.
Definitivamente
si buscamos un socio es porque queremos que aporte algo que necesitamos, por
ello debo tener claro qué tipo de socio necesito y para qué lo necesito.
Generalmente
lo que se busca es la complementariedad, debemos asociarnos a personas con capacidades
que complementen las nuestras, de esta manera podemos, de manera recíproca,
mejorar las debilidades y potenciar las fortalezas de la sociedad, consolidando
un buen equipo de trabajo.
Existen
varios tipos de socios:
a.
Socio
capitalista o inversionista
b. Socio que aporte know-how técnico
c. Socio que aporte know-how en gestión
d. Socio que aporte know-how en marketing
y ventas
b.
Un
tipo de socio mixto, una mezcla de los tipos de socios anteriores. Por ejemplo
un socio capitalista y que trabajará en
el negocio. A este hay que seleccionarlo con más atención porque va a formar
parte del desarrollo y consolidación del proyecto.
2. ¿Tiene
la misma visión y el mismo interés?
Un
aspecto básico es que el socio tenga un grado de interés congruente, una visión
compartida del negocio, un interés sincero y real de empujar juntos el “coche”
de la empresa hacia la visión empresarial. De esta manera pondrá de si, sus
capacidades, su interés, su tiempo y se entregará a hacer realidad el sueño de
una empresa exitosa.
Se deben compartir filosofías de
empresa, objetivos de negocio, modelos de gestión, etc.
3. ¿Qué
valores y principios debe tener el socio?
Es
fundamental que compartamos los mismos valores y principios, no existen dos
personas similares, sin embargo, es vital que a la hora de establecer una
sociedad lo hagamos con una persona que comparta nuestra visión sobre valores
básicos como la honestidad, respeto, el compromiso, la lealtad, la
responsabilidad, la credibilidad, la ética en los negocios, entre otros. De
esta manera podemos garantizar relaciones duraderas y fructíferas para todos.
Base
fundamental de una sociedad es la confianza mutua y es necesario que el socio
inspire real y total confianza. De no ser así, es mejor no te arriesgues y
debes descartarlo como socio.
4. ¿En
qué porcentaje entra como socio y qué implica que entre con ese porcentaje?
¿Implica que debo ceder poder de
gestión, que debo ceder poder de decisión?
¿Qué implicaciones tiene para mí y
para la sociedad que genera el negocio, esa cesión de poder de gestión, de
poder decisión?
¿Y qué implicaciones tendrían para mí
y para la sociedad, una irresponsabilidad con consecuencias penales de ese socio?
¿Cómo puedo limitar los riesgos?
¿Estoy dispuesto a asumirlos?
Es recomendable que tengas por lo menos
el 51% de las acciones o participaciones de la empresa, es decir, de la
propiedad. Considera que cuando se trata de poner el capital y el trabajo y
esfuerzo siempre hay problemas pero cuando la empresa obtiene ganancias todos
quieren participar. Esa es una de las principales fuentes de conflictos entre
los socios. Por ello es muy importante redactar muy bien los estatutos sobre
cómo resolver las diferencias que surjan. Es preferible que haya alguien que
tome las decisiones, aunque se discutan y se pongan sobre la mesa, pero debe
haber uno que decida con el 51%”.
De
esta manera ya tienes una idea del perfil, del tipo de socio que esperas tener.
Ahora debes buscar a la persona que cumpla con las características básicas que
esperas. No es fácil, pero debes dedicarle tiempo, tienes que conversar y conversar
con diferentes personas, y estoy seguro que lo encontrarás.
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